PROTOCOLO EN LA CONSULTA DE NUTRICIÓN: TODO LO QUE NECESITAS SABER

¿CÓMO FUNCIONA UNA CONSULTA DE NUTRICIÓN?

 

Una consulta de nutrición y dietética es el primer paso hacia una mejor salud alimentaria.

Ya sea que busques perder peso, mejorar tu rendimiento deportivo, manejar una condición de salud o simplemente aprender a alimentarte mejor, entender cómo funciona una consulta de nutrición es fundamental para aprovecharla al máximo.

En este artículo, te explicaremos el protocolo básico de una consulta nutricional para que sepas qué esperar y cómo prepararte.

 

EN LA PRIMERA CONSULTA

El primer paso de una consulta de nutrición es la valoración del estado nutricional.

Para ello es necesario:

  • Realizar el historial clínico y dietético. La historia dietética permite, mediante una entrevista, analizar la ingesta alimentaria del paciente/cliente y comprende: historia del peso, alergias/intolerancias, aversiones y preferencias alimentarias, habilidades y actitudes relacionadas con la alimentación, encuestas alimentarias…
  • Estudio antropométrico. Consiste en la valoración de la composición corporal (talla, peso, masa grasa y grasa visceral, masa muscular, tejido óseo y agua) con la ayuda de una báscula de bioimpedancia. Suele ser necesaria la recogida de perímetros corporales y de pliegues subcutáneos de grasa mediante una cinta antropométrica y un plicómetro. En el caso de personas deportistas el estudio antropométrico es más exhaustivo incluyendo más medidas corporales.
  • Es conveniente aportar si se tiene una analítica reciente (últimos 6 meses) con hemograma completo, glucosa, lípidos en sangre, enzimas hepáticas y otros parámetros de interés.

 

 

Este primer encuentro permite al nutricionista ajustar el plan a tus necesidades individuales, no solo desde el punto de vista dietético, sino también en relación a tu bienestar general.

 

Al finalizar la sesión se pactan unos objetivos dietéticos y de salud que estarán en función de la historia clínica y dietética, estado nutricional, patologías, motivo que generó la consulta y grado de motivación para la introducción de cambios.

 

Para la consecución de los objetivos de salud, rendimiento, etcétera es habitual la prescripción de una dieta personalizada, sin embargo, en ocasiones es conveniente abordar el tratamiento dietético mediante una pauta más flexible, haciendo hincapié en los puntos mejorables de la alimentación y sus posibles alternativas. En cualquier caso la estrategia a seguir será consensuada por el paciente/cliente y el dietista-nutricionista en la primera consulta.

 

 

SEGUIMIENTO Y AJUSTES

 

Después de la consulta inicial, se programa un seguimiento para evaluar el progreso y hacer ajustes si es necesario. Este seguimiento se compone de:

  • Valoración del tratamiento dietético: nivel de adherencia a la pauta dietética o a los cambios propuestos. Dificultades encontradas para llevarlo a cabo y resolución de dudas.
  • Valoración antropométrica: evolución del peso y de la composición corporal.
  • Educación alimentaria. Con la ayuda de recursos visuales como fotos de alimentos y raciones, etiquetado de alimentos, fichas nutricionales, etcétera, se proporciona información práctica para facilitar al paciente/cliente mejores elecciones alimentarias y la adhesión a la pauta propuesta
  • Si es necesario se proponen alternativas o una nueva pauta dietética, dependiendo de la evolución, grado de adherencia y dificultados encontradas.

 

 

¿CÓMO SON LAS DIETAS?

 

La dieta se diseña tras la consulta y se remite al paciente por email (o en su defecto la recoge en la clínica) en un plazo de 48 horas. La dieta consiste en una planificación de siete días, con un menú diario variado y equilibrado nutricionalmente que además,
incluye:

  • Lista de la compra con todos los ingredientes necesarios para la semana.
  • Las recetas detalladas para los platos que requieren de un mínimo de preparación.
  • Recomendaciones personalizadas para el correcto seguimiento.

 

La dieta es personalizada, diseñada para cubrir las necesidades fisiológicas, patológicas y nutricionales, de acuerdo a los gustos y actividad diaria del paciente.
Todos los ingredientes propuestos se pueden encontrar en cualquier supermercado. Las recetas son sencillas y el grado de dificultad varía en función de la destreza que el paciente (o persona que las prepare) haya manifestado previamente tener en la cocina.

Salvo patología o necesidad específica no se prescriben suplementos dietéticos, tampoco sustitutos de comida, a no ser que el paciente lo solicite y el dietista- nutricionista lo considere conveniente.

 

 

 

¿CON QUÉ FRECUENCIA SE DEBE ACUDIR A LA CONSULTA?

 

Tras la primera consulta, y en especial para aquellos pacientes que desean una modificación de su composición corporal, bien sea pérdida de grasa, ganancia de masa muscular o ambas, es conveniente que la segunda visita se programe para tres o cuatro semanas después de haber iniciado el tratamiento.

Es necesario, en algunos casos, realizar ajustes al tratamiento inicial.

Perder mucho peso en poco tiempo (> 0.5kg/semana) no es un ventaja.

Puede acarrear una pérdida de masa muscular y cambios negativos en el metabolismo basal, además de poder llegar a comprometer la salud a medio y largo plazo.

Si se ha decidido seguir una dieta específica ésta será modificada y ampliada dependiendo de la evolución.

La duración del tratamiento depende de cada caso, existen multitud de factores personales, metabólicos y patológicos que condicionan la evolución. No hay un número de visitas estándar. Al menos tres sesiones serían convenientes para los casos de sobrepeso. El objetivo en estos casos, más allá de seguir una dieta, es tratar de instaurar cambios en la alimentación que sean duraderos y llevados con autonomía.

 

¿QUÉ ES UN DIETISTA-NUTRICIONISTA?

 

A modo resumen indicar que el dietista-nutricionista es el profesional sanitario con titulación universitaria “competente para desarrollar actividades orientadas a la alimentación de la persona o de grupos de personas, adecuadas a las necesidades fisiológicas y, en su caso, patológicas de las mismas, y de acuerdo con los principios de prevención y salud pública”.

Así queda recogido en la ley 44/2003 de 21 de noviembre que regula en España las profesiones sanitarias.

Para poder ejercer es por tanto necesario están en posesión del título de graduado (o diplomado) universitario en Nutrición Humana y Dietética y estar colegiado.

Un dietista-nutricionista no prescribe fármacos. Deriva al paciente a otros profesionales sanitarios y médicos cuando es necesario.

Un dietista-nutricionista es un profesional de la salud experto en alimentación, nutrición y dietética.

Debe basar su práctica clínica y trabajo en la evidencia científica actual y no puede condicionar su consulta a la venta de productos.

Debe ser conocedor de los aspectos psicosociales que condicionan las decisiones alimentarias de individuos y grupos con el fin de proporcionar el mejor consejo y tratamiento posible a sus pacientes y clientes.