Osteopatía Pediátrica

Cuando llega un bebé al mundo, nunca viene solo. Siempre está acompañado de un libro en blanco, sobre el que hay que escribir cualquier preocupación que surge a los padres desde que oyen su respiración por primera vez.

Aunque bastante comunes, los cólicos del lactante, el reflujo gastroesofágico, los trastornos del sueño, el asma, alergias, el estreñimiento o las diarreas, obstrucción del conducto lagrimal, escoliosis…son debidos a un desequilibrio interno del organismo del bebé que pueden solucionarse con Osteopatía. Y es que las técnicas osteopáticas enfocadas a solucionar estas disfunciones son muy suaves, nada nocivas para el bebé y que permiten devolverle su equilibrio fisiológico.

Pero llegar a la raíz del problema del niño necesita de un estudio completo de la madre ya que, muchas veces, una alteración postural, un llanto prolongado o un sueño trastornado constante pueden deberse a la evolución que ha tenido el propio embarazo o al tipo de parto que haya tenido la mujer. Por ello, es conveniente acudir al Osteópata para evitar complicaciones posteriores en el bebé. De hecho, está aumentando el número de ginecólogos que aconsejan un tratamiento osteopático a la embarazada, para solucionar desde un problema de espalda (el más común) a una mala postura del feto que evite en el momento del parto la utilización de fórceps o la realización de una cesárea, por ejemplo.
Y ya, una vez ha nacido el bebé, lo mejor es acudir al terapeuta cuanto antes.